Shiatsu y la terapia de trauma “Somatic Experiences“

Shiatsu y la terapia de trauma “Somatic Experiences“

Un estrés traumático influye, no sólo en la conexión entre nuestro cuerpo y nuestra auto percepción, sino también en nuestra relación con los demás. Los tratamientos de Shiatsu mejoran la capacidad de relajarse profundamente, ayudan a desarrollar un contacto más intenso con uno mismo y a sentirse seguro y cómodo en presencia de otra persona. Así el Shiatsu tiene un potencial regulador del trauma.

Los diagnósticos a través del contacto manual nos dan información para poder impulsar esta auto regulación. Las cinco fases de movimiento (también llamados los cinco elementos) describen la unidad del cuerpo, las emociones y nuestra visión del mundo. En el tratamiento intentamos ver a la persona en su totalidad para que esta se sienta escuchada y comprendida y esto determina la calidad del contacto.

Es necesaria una buena comprensión de lo que significa trauma para utilizar los elementos de manera eficaz. El procedimiento de la terapia de trauma “Somatic Experiences”, según el Doctor Peter Levine, a través de conversaciones relacionadas con las sensaciones corporales orientadas hacia la regulación, puede ofrecer a los terapeutas de Shiatsu una orientación y ayudar en la efectividad del tratamiento.

El trauma no reside en el suceso sino en el sistema nervioso.

Foto de Anthony Tran

El estrés traumático puede surgir cuando se sobrecarga nuestra capacidad para lidiar con una situación que se percibe potencialmente mortal. Percibimos que no podemos reaccionar adecuadamente a una situación externa y experimentamos una pérdida de control. Esta pérdida de control suele ir acompañada de sentimientos de miedo, impotencia y vergüenza. En general la situación puede resultar demasiado abrumadora. Esta situación de estrés puede suceder de forma repentina, puede durar mucho tiempo o repetirse con frecuencia.

El sistema nervioso vegetativo reacciona con mecanismos defensivos biológicos en forma de lucha, huida o entumecimiento. Este proceso resulta abrumador sin que podamos volver a sentirnos seguros y la reacción defensiva permanece incompleta. Esto significa que los desencadenantes actuales pueden producir respuestas del sistema nervioso que son inapropiadas para lo que está pasando en este momento. A menudo podemos reconocer claramente que tenemos reacciones excesivas y al mismo tiempo sentimos que no podemos evitar ciertos comportamientos, que no tenemos control sobre ellos. Esta experiencia en “Somatic Experiences” se denomina espiral del trauma.

Los indicios de un estrés traumático se manifiestan por tanto en la alta y desmesurada activación del sistema nervioso vegetativo con respecto a la situación actual. Las personas afectadas empiezan a restringir su propia libertad, evitando lugares, personas o actividades que desencadenan esta activación exagerada. La superación requiere regular esta situación. No se trata de trabajar con el acontecimiento que causó el trauma. Hablando de estas experiencias estresantes queremos encontrar patrones de activación del sistema nervioso, y buscar y poder integrar conscientemente elementos que puedan corregir y completar estas reacciones defensivas. A través de la regulación se inicia una espiral de sanación que representa un contra movimiento a la espiral del trauma. De esta forma la activación puede disminuir y se puede percibir el presente sin distorsiones.

Para algunas personas la sensación de estar alarmado o amenazado se convierte en un sentimiento constante. De esta manera, aunque el trauma no es una enfermedad, puede causar síntomas. A menudo el estrés traumático se manifiesta en la pérdida de conexión con uno mismo, con el propio cuerpo, con otras personas y con lo que te rodea. Síntomas como ansiedad, insomnio, migrañas, dolor crónico, colon irritable, tinnitus, asma, intolerancias alimentarias, depresión, síndrome de agotamiento, pueden indicar estrés traumático.

El trauma, comparando con una persona sin trauma, según Bessel Von der Kolk, cambia el sistema nervioso de tres maneras:

• Se intensifica la percepción de amenaza. Esto significa que las amenazas se experimentan con más rapidez e intensidad. El sistema nervioso simpático se activa. La persona se altera rápidamente y con intensidad.

• La persona afectada se confunde y tiene dificultad en distinguir entre cosas importantes y cosas irrelevantes, creando una inquietud interior que impide que el sistema nervioso simpático se calme y el parasimpático se active.

• El sistema cerebral de auto conciencia se nubla y la persona se distrae con actividades para no sentirse a sí misma. El trauma conduce a una desconexión con el propio cuerpo y la capacidad de auto regulación se ve afectada.

Aspectos del Shiatsu que regulan el trauma.

Básicamente podemos tener trauma por un shock, cuando surge de un acontecimiento único o trauma en proceso, que se desarrolla poco a poco, e implica profundos posos y heridas en el entorno familiar.

La alineación interna en el Shiatsu ofrece a los clientes un marco seguro para tener nuevas experiencias reguladoras en el caso de violaciones tempranas afectivas, y fortalecer la capacidad de auto regulación. Por eso pienso que el Shiatsu es especialmente útil en el trauma en proceso o desarrollo, y observo que la presencia centrada y segura de la persona que trata, y su calidad de contacto ofrecen un especial potencial hacia la sanación. Al mismo tiempo el estrés postraumático puede aparecer durante el tratamiento. El terapeuta puede convertirse en la causa de una activación y tener nuevos desafíos.

Necesidades infantiles y experiencias reguladoras en el Shiatsu.

El desarrollo de una niña o un niño está determinado por la forma en que se responde a su necesidad fundamental de afecto. La calidez emocional tiene un papel central, como la sensación de amparo, seguridad y protección. Todos los niños y niñas necesitan saber que son vistos y aceptados, y sentirse parte de la comunidad, así como tener cubiertas sus necesidades básicas. La necesidad de contacto se satisface tanto con el contacto visual como con el contacto seguro con la piel, el tacto. Todos los niños y niñas necesitan sentir confianza y estabilidad en sus ritmos, así como continuidad.

En el Shiatsu ofrecemos una alineación armoniosa y permitimos a través de la resonancia que la persona pueda colorear todo nuestro ser. Nos involucramos con la persona al intentar comprenderla profundamente y esto se traduce en una calidad de contacto. Esto crea un espacio común en el que se registran y se tocan aspectos esenciales.

La experiencia de seguridad surge del contacto terapeútico, el tiempo de integración y la sensación de coherencia en el cuerpo. En un entorno de transparencia, a través de un contacto directo se pueden vivir experiencias positivas y es posible percibir los límites. Esto es importante porque los traumas tempranos provocan irritación al tratar con los límites, tanto a nivel emocional como físico. La continuidad del tratamiento, logra una confianza y posibilita lazos emocionales complejos, y esto se manifiesta en una mayor capacidad para expresar sentimientos y en un aumento de los mecanismos de auto regulación.

“Hay sabiduría en el trauma cuando reconocemos que nuestras reacciones traumáticas no son nosotros mismos, y que podemos superarlas.”

Gabor Maté

Regulación del Trauma.

Foto de Geoffroy Hauwen

El proceso de regulación del trauma en “Somatic Experiences” se desarrolla en oleadas. El siguiente gráfico ilustra cómo a una persona con capacidad de auto regulación se le puede mencionar el acontecimiento estresante de tal manera que su activación exagerada pueda llevarse hacia la regulación o reorganización sana a través de sus propios recursos. Este proceso ha de hacerse muy poco a poco, en pasos pequeños y digeribles. Así, el proceso de regulación del trauma depende totalmente de la capacidad de auto regulación de la persona. Si la persona tiene menos capacidad de auto regulación el terapeuta deberá ser mucho más cuidadoso

a la hora de guiar el movimiento hacia una activación. Este enfoque permite que la persona se sienta capaz de actuar, de mantener el control o recuperarlo. Esto es importante porque el trauma siempre nos lleva a situaciones de pérdida de control y violación de los límites.

Una activación puede ser una reacción vegetativa general que se desencadene, por ejemplo, por el contacto del terapeuta, o por un suceso. También pueden ser expresión de una activación zonas físicas doloridas, sensación de entumecimiento, malestares, así como enfermedades crónicas e inflamaciones.

Los diagnósticos a través del contacto nos indican qué nos puede servir para la regulación, cuáles pueden ser los recursos internos de esa persona. Los bloqueos energéticos importantes, independientemente de si están Kyo o Jitsu, tienen el potencial de desencadenar una activación o servir como un recurso. También podemos preguntarle a la persona cuales son las zonas de su cuerpo donde se siente cómoda, estable. El enfoque bondadoso y el toque personal del terapeuta sirven como un recurso externo. En el contacto, la función de la mano madre es la de ofrecer estabilidad y firmeza, es el pilar del tratamiento para ofrecer seguridad. Si el contacto va al lugar adecuado, con la profundidad y velocidad necesarias, el sistema nervioso vegetativo reaccionará con una descarga, por un momento la respiración se hace profunda, se nota alivio, aumenta la relajación de la persona que recibe y ésta puede conectarse mejor consigo misma y con su cuerpo.

En la fase de integración o reorganización, la cualidad del tratamiento cambia y en ocasiones surge la sensación de que el tiempo se ha detenido.

Principios de tratamiento en “Somatic Experiences” y su aplicación al Shiatsu.

La onda progresiva desde la activación, pasando por la regulación hasta la reorganización, puede, como una piedra arrojada al agua, dibujar círculos cada vez más grandes. En “Somatic Experiences” se utilizan varias técnicas para ayudar a la propagación de ondas y la mejora de la capacidad de respuesta del sistema nervioso.

Ralentizar el proceso. Lo primero es reconocer una activación y que la persona aprenda a no dejarse llevar por la estela de la espiral del trauma, sino a poder entrar en la regulación. Para esto hay que ralentizar el proceso. Así la persona afectada gana control y aprende a utilizar su sistema nervioso conscientemente. En el tratamiento de Shiatsu se facilita este proceso de ralentización gracias a un contacto claro, preciso y profundo, que ayude a que la persona tenga una conexión diferente consigo misma y con su entorno. Al disminuir la velocidad comienza a regularse y se inicia el proceso de curación. Para ello el terapeuta debe atreverse a tocar áreas energéticamente vacías en profundidad, así como a entrar en contacto con la tensión en las áreas de abundancia o estancamiento. El lugar donde se toca puede influir. Si la persona no puede regularse a sí misma con el contacto en una zona, puede ser útil cambiar el lugar de contacto a una zona más estable de su cuerpo. Lo importante es encontrar los recursos internos de la propia persona.

Desarrollar la presencia de Observador.

Otra herramienta del Shiatsu es esa presencia de observador. Al igual que en meditación aprendemos a nombrar una sensación o una situación y poder mirarla sin juzgar, si es malo o bueno, percibimos sin dramatismo, como si estuviéramos mirando una luz tranquila. Un ejemplo: Si la persona en cuestión siente miedo, se le puede preguntar en qué consiste este miedo más concretamente. Cuanto más se pueda nombrar y describir en detalle este miedo más guía obtiene el sistema nervioso vegetativo. Una dificultad radica en nombrar este miedo concreto, de este momento, sin caer inmediatamente en los recuerdos. Si en el siguiente paso la persona observa su miedo en detalle, esto tiene un efecto estabilizador, y este primer alivio es el comienzo de la regulación que luego se puede explorar más a fondo. De esta manera es posible enfrentarse con traumas de la primera infancia sin regresión, experimentar emociones fuertes y a la vez permanecer presente en el cuerpo en el aquí y ahora.

Para desarrollar la presencia de observador y ganar experiencia en ella podemos invitar a las personas a llevar su atención al lugar de contacto y volver a ese lugar una y otra vez en caso de que se desvíen. Para que esto funcione es necesario que el contacto resulte interesante para la persona, que llame su atención. Como terapeuta, por tanto, necesito evaluar qué es importante o significativo para el que recibe y debo ofrecer la profundidad y el ritmo adecuados.

Permanecer en el presente.

Foto de Sasha Freemind

Gracias a la interacción con el observador los clientes aprenden a estar cada vez más en el momento presente. La activación de la espiral del trauma empuja a la persona hacia el pasado o hacia una expectativa negativa de futuro. La regulación del estrés post traumático sólo puede ocurrir en el presente. La sanación sólo ocurre Aquí y Ahora.

Si a pesar de una activación, la persona consigue llegar nuevamente al momento presente, se pueden tener nuevas experiencias sanadoras. Se puede dar cuenta de que el presente es diferente a lo esperado o temido. De esta forma diferentes áreas del cerebro comienzan a activarse al mismo tiempo. El psicólogo Donald Hebb describió esto con las siguientes palabras: “Cuando las células se activan juntas, se conectan entre sí. De hecho, la actividad mental crea nuevas estructuras neuronales”. Esto significa que la activación original no puede persistir, se irá sintiendo con menos fuerza y finalmente cesa.

Cómo cambia el Shiatsu al tratar estrés post traumático.

El enfoque del Shiatsu tiene que cambiar al tratar estrés post traumático. Dado que el trauma siempre está relacionado con una sensación de amenaza, pérdida de control y violación de límites, ofrecer una sensación de seguridad es extremadamente importante. Al principio es necesario un marco externo seguro, más adelante la sensación de seguridad puede convertirse en una experiencia interior independiente de las circunstancias externas.

Comienzo el contacto en una zona en la que la persona se pueda involucrar, de acuerdo con su situación particular.

Para algunas personas podría ser en un antebrazo o en un pie, también podría ser en los hombros o la cabeza. Así que sólo comenzaré haciendo diagnóstico del Hara o de la espalda si esto no interfiere con la sensación de seguridad de la persona que está siendo tratada. A menudo pregunto a la persona dónde imagina que mi contacto le puede ayudar. Así se le involucra en el proceso de toma de decisiones y favorecemos su sensación de control. También le pregunto sobre la intensidad de la presión o si le gustaría que fuera diferente. Así se ponen en marcha diversos procesos y los clientes se pueden relajar, confiar y mantener el control.

Por lo general en una sesión de Shiatsu no se habla. En el caso del estrés post traumático hace falta acompañar verbalmente el proceso de regulación. Muchas veces la persona en cuestión no puede reconocer cuando se encuentra en una fase de activación y cómo encontrar su camino hacia la regulación y reorganización. En el peor de los casos, si no se aborda una activación, la persona permanecerá atrapada en su espiral de trauma y no podrá alcanzar el efecto regulador. Como terapeuta debería ser capaz de reconocer la activación para poder acompañar el proceso de regulación y reorganización a través del lenguaje verbal y del contacto físico. “Somatic Experiences” ofrece procedimientos concretos para la integración en un tratamiento, para que el potencial regulador del trauma que tiene el Shiatsu pueda desarrollarse aún más.

Meike Kockrick es practicante y profesora de Shiatsu y formadora de Somatic Experiencing y Polyvagaler Theorie según Stephen Porges.

www.kockrick-shiatsu.de

Meike Kockrick