15 Ene Gran Doctrina sobre la Regulación del Espíritu de acuerdo con las Cuatro Estaciones
(Si Qi Tiáo Shén Dá Lún)
“El período de los 3 meses de primavera se llama “desarrollo y expansión”; cielo y tierra en su conjunto renace, todas las cosas crecen de manera exuberante; uno debe acostarse cuando llega la noche y levantarse temprano; por la mañana se debe pasear por el patio con el pelo suelto para relajar el cuerpo. La primavera tiene la voluntad de generar, en primavera se debe generar vida y no matar, dar y no arrebatar, recompensar y no penalizar, y así aceptar la energía de la primavera y el método para conservar la salud (yang sheng zhi dáo). Si se actúa contrariamente, se lesionará el hígado lo que se transformará en frío en verano; esto se llama “escasa entrega a crecer”.
“El período de los 3 meses de verano se llama “florecimiento y belleza”; la energía del cielo y la tierra se intercambian (en el solsticio de verano, la energía yang alcanza su culminación y comienza a decrecer y la energía yin comienza a crecer), todas las cosas ostentan sus frutos; uno debe acostarse cuando llega la noche y levantarse temprano; no se debe escatimar la luz del Sol y tener la voluntad de no enfadarse, las flores muestran su hermosura y la energía alcanza su máxima expansión como si deseara exteriorizarse, en verano se debe permitir la transpiración para que la energía se exteriorice, en armonía con el método para conservar la salud. Si se actúa contrariamente, se lesionará el corazón y se contraerá nue (su traducción literal es: malaria; pero no corresponde necesariamente a lo que hoy día se consi- dera como tal, sino que define un síndrome que se manifiesta como: escalofríos, fiebre alta, y sudoración) en otoño; esto se llama “escasa entrega a recolectar” y en el solsticio de invierno se agravará la enfermedad.
“El período de los 3 meses de otoño se llama “apariencia igualada”; la energía del cielo es impaciente y la energía de la tierra luminosa; conviene acostarse temprano y levantarse temprano con el canto del gallo con voluntad de sosiego y tranquilidad, para suavizar las penalidades del otoño; mantener el espíritu y la energía a salvo de la influencia de los factores perversos del otoño y mantener clara la energía del pulmón, aceptar la energía del otoño es el método para conservar la salud. Si se actúa contrariamente, se lesionará el pul- món y se tendrá tendencia a padecer dia- rrea debido a la glotonería (tie xie – diarrea caracterizada por heces líquidas conteniendo comida no digerida, acompañada de borborigmos, dolor abdominal) en invierno; esto se llama “escasa entrega a almacenar”.
“El período de los 3 meses de invierno se llama “cerrar y almacenar”: el agua se hiela, la tierra está agrietada por el hielo y el yang está encerrado y escondido para protegerse del frío; conviene acostarse temprano al anochecer y levantarse tarde cuando ya se aviste la luz del sol; mantener el espíritu guardado e inactivo, como cuando se mantienen ocultas ciertas aspiraciones, o como cuando ya se tiene men- talmente una idea definida de una situación. El tiempo es frío y uno debe evitar el frío y mantenerse caliente, preservar a la piel de transpirar en exceso y protegerse de la pérdida de energía. Esta es la manera de conservar la salud en invierno. Si se actúa contrariamente, se lesionará el riñón, se tendrá tendencia a contraer síndrome weijue (parálisis fláccida) en primavera: esto se llama “escasa entrega a generar”.
La energía del cielo es clara, pura y luminosa, su virtud es incesante y no decae nunca. Si la energía del Sol y 1a Luna se obstruyera los orificios del cuerpo humano serían invadidos por los factores perversos (xie). Si la energía yáng (del cielo) se obstruyera, la energía de la tierra (yin) no emitiría ni haría ascender su esencia en forma de nubes y niebla y como resul- tado sería incapaz de retener el “rocío blan- co” (bai lu – 15º periodo climático del año solar). Si no se intercomunicaran (yin y yang), todas las cosas en la tierra perderían su fuente de nutrición; bajo tal cir- cunstancia la mayoría de los árboles grandes moriría y el aire sería irrespirable; el viento y la lluvia se alterarían, el rocío no descendería, el crecimiento de los cerea- les no prosperaría, el viento perverso y la lluvia torrencial serían habituales, el clima de las 4 estaciones perdería sus modelos de interrelación regulares y todas las cosas en la tierra morirían prematuramente. Únicamente los sabios (shéng rén) por sus conocimientos pueden evitar las en- fermedades extraordinarias (qí bing) pues sus cuerpos no pierden su energía, así que su energía vital nunca se agota.
“Sí se es contrario (ni) a la energía de la primavera, la energía de sháo yáng (TR/ VB ) no podrá realizar la función de generar y la energía del hígado mutará (bián) en el interior. Si se es contrario a la energía del verano, la energía de tai yáng (ID/ V) no podrá realizar la función de crecer y la energía del corazón se agujereará (dóng) en el interior. Si se es contrario a la energía del otoño, la energía de tái yin (P/B) no podrá realizar la función de recolectar y la energía del pulmón se chamuscará por completo (jiáo mán). Si se es contrario a la energía del invierno, la energía de shao yin (C/R) no podrá realizar la función de almacenar y la energía de riñón se aislará (dú) y hundirá (chén).
“Para el hombre, el yin y yáng y las 4 estaciones son la raíz (bén) y el origen (gen) de todas las cosas. Por ello los sabios nutren su yang en primavera y verano y su yin en otoño e invierno, de esta manera nutren su raíz y se mantienen en armonía con todo lo que les rodea pues siguen el camino del dao. Si se es contrario al origen se tala la raíz y su energía genuina (zhén qi) se dañará. Por lo tanto el yin yáng y las 4 estaciones son el origen del comienzo y del final de todas las cosas; ser contrario a esto es el desastre de la vida y la causa de la aparición de graves enfermedades; ser conforme a esto se llama “alcanzar el dao” (dé dao). Los hombres sabios lo siguen, los estúpidos lo admiran. Seguir el yin y yáng es el camino de la vida, ser contrario es el camino de la muerte; seguirlo es el camino de la salud, ser contrario es el camino de la confusión; oponerse a lo contrario se llama “interior equilibrado”.
“Los hombres sabios no esperan a que se declare la enfermedad, no esperan a la confusión, sino que la previenen. Remediar la enfermedad con drogas medicinales, es actuar cuando ya se ha declarado el caos, ¡como el que intenta excavar un pozo cuando ya sediento y exhausto, o pretende forjar las armas cuando ya se ha declarado la guerra!.”
Rolando Geider