Reflexiones sobre el Triple Calentador 

Reflexiones sobre el Triple Calentador 

“El Triple Calentador es donde reside el misterioso Qi del espíritu viviente. La persona que acepta la vida como un regalo está entre el cielo y la tierra. Por lo tanto, también existe el principio de la vida y la existencia.De Kaitai Hatsumou (Aclaraciones Anatomicas) por K. Mitsutane, 1813.

Esta es una de las muchas citas de los clásicos japoneses que se encuentran en la maravillosa “Hara Diagnosis: Reflections on the Sea” (Diagnóstico del Hara: Reflejos en el mar). El Triple Calentador es una función a la que los autores se refieren una y otra vez en su exploración de la rama de la ciencia en la que brilla la medicina tradicional de Asia Oriental la ciencia del Qi / Ki.

La ciencia del Ki examina cómo la forma (la materia, “cosa”, el mundo de los fenómenos) viene a la existencia, la relación entre la forma y el Ki, cómo nacemos, vivimos y morimos y por qué. Y todas estas funciones están relacionadas con el Triple Calentador. 

Para seguir el hilo del tema tenemos que comenzar con el Corazón, continuar con el Protector del Corazón, antes de que podamos llegar al Triple Calentador y cómo nos ayuda a comprender nuestra humanidad. 

Nuestra percepción occidental del corazón se canaliza principalmente a la esfera emocional. Las cualidades meditativas, de amplitud y reflexivas del Corazón tal como son entendidas en Oriente son menos comprensibles, pero podemos encontrar un terreno común en la metáfora de la luz. Soleado, refulgente, radiante, luminoso, todo son palabras que expresan la alegría interna del corazón y su apariencia exterior a través de imágenes de la luz, y si ampliamos este concepto tenemos palabras como brillante, iluminado y alumbrado. La naturaleza esencial del Corazón es la luz, el espacio, ser no sustancial (el ideograma de Corazón en chino es el único que no contiene el radical que significa “carne”). El Corazón, como el hogar del Shen, alberga nuestra propia chispa individual de la luz de la conciencia universal, el Shen Ming, el resplandor del espíritu. 

Si nos fijamos ahora en el Protector del Corazón, vemos casi un duplicado del Corazón, en una forma más activa. El propio Corazón, una manifestación de “espacio” y “luz”, reside dentro de nosotros, pero sin los atributos de “carne” no tiene el poder para actuar a través de nuestro cuerpo físico. El Protector del Corazón sí lo tiene: el ideograma para el Protector del Corazón, xin zhu, contiene los radicales de Corazón, xin, y otro radical, zhu, que significa ” gobernador ” o “señor” y está representado por un candelabro con vela que propaga la luz. Así que el Protector del Corazón actúa, gobierna, mediante la difusión de la luz del Shen través de nuestros cuerpos. 

El Protector del Corazón tiene un vínculo con el cuerpo físico a través del bao, una palabra preciosa que significa “sobres íntimos” o “envolturas”. El Pericardio en sí es una manifestación del bao, como la sedosa pero resistente funda membranosa que envuelve el Corazón. Protege, pero también debe tener la capacidad de difundir, distribuir, ya que el nombre del sistema del Protector del Corazón incorporado en los caracteres chinos nos dice que es el “Señor que propaga luz”. El bao, los íntimos envoltorios gracias a los cuales el Corazón está protegido, son también el medio de enraizamiento y difusión de la luz del Shen en el cuerpo. 

¿Cómo es que el Protector del Corazón puede difundir la luz del Shen que reside en el Corazón? ¿Cómo se manifiesta y gobierna la luz de nuestra conciencia en este cuerpo vivo, palpitante y sensible? ¿Cómo pueden los eventos en nuestro entorno cambiar nuestras percepciones? ¿Cómo puede un pensamiento o emoción alterar nuestra respiración, nuestras secreciones hormonales, nuestra tensión muscular y nuestra circulación? ¿Cuál es la profunda conexión entre nuestra conciencia y nuestro cuerpo?.

La fisiología tradicional nos dice que esto ocurre a través de los reflejos en el sistema nervioso, pero se está haciendo cada vez más evidente en la fisiología moderna que el tejido conectivo que se extiende por todo el cuerpo juega un papel aún más fundamental e importante. Está demostrado que el tejido conectivo conduce señales eléctricas y magnéticas que se pueden transmitir entre cualquier parte del cuerpo a la velocidad de la luz. Y mientras esto sucede en el mundo de la ciencia, estudiosos de los clásicos chinos y japoneses están extrayendo referencias de los textos que demuestran que la Ciencia del Ki estaba allí antes que nosotros. 

El Protector del Corazón y el Triple Calentador son las funciones con “un nombre, pero sin forma” ya que el tejido conectivo o fascia llega a todas las partes del cuerpo envolviendo músculos, huesos, órganos y vasos sanguíneos, vinculándolos con láminas nacaradas de material semiconductor cristalino. La luz del Shen, mientras brilla en el denso material del cuerpo, necesita vías a lo largo de las cuales pueda viajar para llegar a todas partes, y la naturaleza de cristal líquido del tejido conectivo proporciona estas vías; la fascia profunda pertenece al Protector del Corazón, y la fascia más superficial se corresponde con el Triple Calentador. El tejido conectivo que se extiende por todo el cuerpo proporciona gran parte de la mecánica de la conexión y el intercambio de información entre nuestra conciencia y nuestro cuerpo la “circulación del camino del Shen”. 

Es cierto que cuando equilibramos el Shen con la luz no abordamos el tema central de la pregunta “¿Qué es la conciencia?” Puede ser que nunca sepamos racionalmente la respuesta a esta pregunta. Sin embargo, la ciencia moderna ha establecido que el órgano del corazón es la fuente de un campo electromagnético que penetra el cuerpo y se extiende a su alrededor. Hasta qué punto aún no ha sido medido, ya que no se han inventado instrumentos suficientemente sensibles. Y la luz es una radiación electromagnética. Por supuesto, esto no quiere abordar a nuestra propia experiencia de la luz, ni tampoco nuestra propia experiencia del Shen, pero lo cierto es que el tejido conectivo puede transmitir señales electromagnéticas a través del cuerpo. ¿Qué otras señales pueden quedar por descubrir?.

Esta ilustración del Ling Shu muestra una vista interesante del Triple Calentador y la comprensión de su relación con el tejido conectivo. 

Aquí vemos las divisiones entre Los Tres Espacios Quemadores representados esquemáticamente, como líneas rectas que describen las membranas abdominales, el diafragma y la musculatura horizontal de la garganta. Estas divisiones se entendían ya incluso en el nombramiento del Triple Calentador. 

Una adición interesante es la inclusión de la fascia superficial, la capa de tejido conectivo que se extiende justo debajo de la piel, la “bolsa” que mantiene el interior de nosotros adentro y el exterior afuera. 

“El Triple Calentador es una bolsa grande que apoya el organismo desde el exterior y que le mantiene en el interior” (Ting Chin 1736 comentario del Nan Jing). 

Podemos estar familiarizados con el concepto de la piel como una “frontera” que nos separa del resto del universo, y saber que este es el dominio de la Fase del Metal. La conexión del Triple Calentador con la superficie de nuestro cuerpo a través de la fascia superficial es diferente. Transporta nuestra conciencia desde nuestro núcleo más profundo hasta la superficie para adaptar nuestra experiencia de nosotros mismos a nuestro entorno, tanto físicamente como al nivel de los sentimientos. La conciencia, el Shen, siempre participa cuando se trata de la Fase del Fuego, y mientras el Metal simplemente significa que hemos nacido como un individuo separado, el Triple Calentador implica una conciencia de esta separación y la posibilidad de llevar nuestra conciencia a nuestra superficie, a la interfaz entre el yo y el otro, el yo y el medio ambiente. 

Otro elemento interesante en la ilustración es la conexión del Triple Calentador con el Ming Men al nivel de los Riñones. El Ming Men es la llama piloto de nuestro sistema, la puerta de entrada al Ki Original, al origen de toda nuestra energía Yang para la acción y la realización, y el Triple Calentador es tradicionalmente la avenida del Ki Original (el aspecto Yang de la Esencia), la entrega a todos los meridianos.

El Triple Calentador incluso es identificado como el Ming Men por algunas autoridades. A veces Ming Men se traduce como La Puerta de la Vida, pero una traducción más completa es la Puerta del Destino. Nuestro destino está determinado en parte por cómo, dónde, a qué raza y de quién hemos nacido y ésta es la conexión con nuestra Esencia.

Nuestro destino depende también de nuestras propias acciones a lo largo de nuestras vidas, lo que hacemos con las circunstancias de nuestro nacimiento y linaje y ésta es nuestra conexión con nuestra Ki Original, que se distribuye por el Triple Calentador, que también es el mensajero del Shen. 

De esta manera el Triple Calentador conecta los Tres Tesoros, Shen, Ki y la Esencia. Estos tres tesoros son las tres Sustancias Vitales que tienen una existencia mayor que el individual nuestros vehículos para conectar con el universo más amplio fuera de nuestra experiencia del cuerpo físico. 

Hay muchas otras funciones del Triple Calentador, en un nivel más físico, más allá del alcance de este breve artículo para poder ser explicadas, pero todos implican necesariamente la conciencia. Esta es la fascinación del Triple Calentador, que en su estudio no podemos ignorar nuestra propia participación en nuestra propia salud y la de nuestro propio destino. Desde el Shen y la Esencia, el principal Yin y Yang a través de los cuales llegamos a ser, hasta el Ki que nos anima, el Triple Calentador está involucrado en el nivel más profundo con nuestra humanidad. 

Carola Beresford-Cooke 

Lleva desde 1978 estudiando, practicando y enseñando el Shiatsu. Es miembro fundador del Shiatsu College del Reino Unido y autora de Shiatsu Teoría y Práctica. 

Traducido por Sharon Farley. Gracias a Ramón Ganuza por corregir el castellano de este artículo.