Shiatsu y Cirugía

Shiatsu y Cirugía

¿Cómo te sentirías si te piden hacer un Shiatsu en una sala de cuidados intensivos de un hospital? ¿O acompañar a un paciente haciéndole un Shiatsu en la mesa de operaciones hasta un momento antes de caer bajo el efecto de la anestesia? 

En mi experiencia, cada vez que lo he preguntado en los grupos que enseño, son pocos los shiatsukas que lo harían sin pensar. La mayoría sentiría algún tipo de conflicto, duda, o lo tomaría como una broma. 

He tenido la fortuna de hacerlo cientos de veces (en la sala de operaciones muchas menos que en cuidados intensivos) y me gustaría alentar a más colegas shiatsukas a hacerlo también. Considero que es uno de los lugares y momentos donde más se nos necesita; donde pocos otros profesionales tienen herramientas tan efectivas como las nuestras y por eso hace años que enseño mi curso de “Shiatsu en Hospitales”. 

Aquí quiero compartir algunas de las técnicas que me han servido. 

EL MITO DEL KI DÉBIL

Lo primero es desarmar el mito que cuando una persona esta grave o incluso a punto de morir, su ki es muy débil o tenue. No es lo que yo he experimentado, teniendo respuestas absolutamente claras y resueltas de personas que no vivirían más que unas pocas horas después de verlos. 

NO HACE FALTA UN TOQUE MÁS LIVIANO.

La profundidad de penetración siempre debe ser la APROPIADA para conectar con el meridiano, por lo que será variable en cada persona y en cada tsubo. No hay que pensar que por el estado de la persona, no se puede ir a la profundidad necesaria para activar el ki. Recuerden que el paciente hospitalizado sigue siendo una persona como cualquier otra. Para mi no es diferente lo que necesito encontrar y trabajar con esa persona, por lo que hago una sesión igual a la que haría en mi consultorio. (nota: en mi consultorio también trabajo de pie, con el cliente sobre una camilla, por lo que no es diferente que trabajar en una cama de hospital, o mesa de operaciones). 

NO HAY QUE ASUMIR NADA

Con pacientes en condiciones críticas de salud, uno tiende a “preparar” la sesión antes de llegar a verlos. Cuando nos avisan que una persona tuvo un infarto, por ejemplo, entonces ya apuntamos a trabajar el meridiano del Corazón o del Intestino Delgado, ver qué pasa con el Shen, etc. Parecería que el síntoma o la enfermedad es todo y nos absorbe la atención, olvidándonos que energéticamente lo que se necesita puede estar en cualquier otro meridiano. Sin hacer un diagnóstico energético (yo hago el diagnóstico a partir del HARA y de los chakras), nos podemos estar perdiendo la chance de realmente equilibrar a la persona, A PESAR DE sus síntomas. 

Esto se aplica también a las personas que tienen muchísimos síntomas que corresponderían a muchos meridianos distintos. Es imposible hacer algo específico para cada síntoma, porque una sesión duraría 3 horas. Mi opinión es que hay que encontrar UNA cosa para hacer (generalmente trabajar el meridiano Kyo), que tenga un impacto en TODO el sistema a la vez. Trabajando así, a veces con sólo 15 minutos de sesión, se resuelven todos los síntomas principales. 

ESTAR ABIERTOS A LO QUE SE NECESITE

Tal vez no es Shiatsu lo mejor que puedo hacer con una persona en estado crítico de salud. Las personas en cuidados intensivos , son personas antes que nada y debemos ver que necesidades aún más primarias que el equilibrio energético o la relajación, pueden estar primero en la lista. La primera vez que estuve en la sala de cuidados intensivos, me tomó casi 20 minutos entender que la persona entubada y prisionera del dolor que me hacía señas, lo que más quería era que la pusiera de lado para movilizar su intestino. Me sentí un inútil por haber tenido mi cabeza puesta en darle un Shiatsu a toda costa. A veces hablar, sentarse a meditar en la habitación, o llamar a un familiar lejano para que pueda despedirse, es lo más terapéutico que uno puede hacer. 

¿TOCAR O NO TOCAR? 

Lo más común es que las personas tengan vías, tubos y varios cables o aparatos conectados. Lo que tendemos a hacer es directamente no tocar el brazo si tienen una vía a la altura del pliegue del codo, por ejemplo, pero perfectamente se puede hacer un Shiatsu normal hasta un poco antes de la inserción de la vía y seguir el meridiano después hasta la mano, uniendo en nuestra mente, la parte de meridiano que no pudimos tocar. 

RECONOZCAMOS

Es fundamental un reconocimiento visual de todo el cuerpo del paciente, o por lo menos donde aterrizarán nuestras pulgares. Esto implica fijarse cuál es el estado de lo que vayamos a tocar incluso debajo de las sábanas, ya que las personas no siempre se acuerdan o sienten dónde tienen incisiones, vías, etc. Especialmente, reconocer visualmente el abdomen si van a tocarlo. 

HARA VIRTUAL

Porque el abdomen usualmente esta comprometido con tubos, cables, o simplemente duele si se toca, siempre uso una técnica para hacer el diagnóstico del Hara desplazando mi mano sobre el Hara, sin tocarlo. Para mi es fundamental ya que no haría una sesión de Shiatsu sin probar a tener la información del Hara, siempre que sea posible. 

El diagnóstico del Hara sin palpación física es una técnica de Pauline Sasaki, extremadamente útil y precisa. Es la forma en que hago las lecturas energéticas del Hara en todas mis sesiones.

 

Funciona así: uno sobrevuela con la mano relajada y paralela al abdomen sobre cada una de las zonas reflejas, sin apoyarla. Esto igual permite comparar las diferencias entre las diferentes zonas ya que lo que buscamos son diferencias energéticas, no físicas, en el abdomen. El mapa del Hara de Masunaga, se refiere exclusivamente a los reflejos energéticos que podemos encontrar allí. Si están acostumbrados a hacerla palpación física, es fácil pasar al sistema de Pauline, pero lo ideal es buscar quien los pueda guiar en sus primeros pasos, ya que requiere cierta experiencia para enseñarlo. 

NO USAR EL DISFRAZ.

A veces los shiatsukas tenemos la tendencia a usar ropa especial para las sesiones y hacer rituales como prender un incienso o una vela, hacer una pequeña meditación antes de comenzar, algún sonido, etc. Para mí son rituales que nos ayudan a arraigarnos y centrarnos, algo que necesitaremos 100 veces más en un entorno que no nos es familiar como en un hospital. Mi actitud ha sido la de despojarme de cualquier cosa o implemento, que no sea mi ropa normal “de civil”, ya que si necesito cualquier cosa especial, lo más seguro es que no la tenga cuando me llaman en una emergencia. Si la tuviese encima, de todas formas me parece que se vería ridículo fuera de contexto y he notado que el personal de los hospitales te acepta y te incluye más cuando no llamas la atención, colaborando para que te dejen trabajar tranquilo con el paciente. 

RESPETAR EL ENTORNO 

Los hospitales son instituciones con funcionamiento jerárquico. Debemos respetar la cadena de personas que en sus diferentes funciones cuidan del paciente y hacer lo posible para colaborar con su tarea, no solo apoyando su labor sino también respetando su espacio. Siempre he encontrado que con esta actitud ganamos nosotros, gana el paciente y gana el personal médico, ya que el paciente al sentirse mejor, facilita la tarea de quien lo debe cuidar. 

También comunico lo que voy a hacer y pido el consentimiento del médico, jefa de nurse, nurse tratante, o al menos un familiar. En los años que me dedico a esto, recuerdo probablemente no más de 3 ó 4 veces que me han puesto algún tipo de dificultad. En general, siempre he sentido apoyo. La clave creo que está en cómo nos presentamos nosotros y a nuestro trabajo. Hay que ser hábil en la descripción teniendo en cuenta al interlocutor y las palabras adecuadas para cada uno. No hace falta hacer proselitismo de Shiatsu, ni convencer a nadie. A veces sólo decir “lo que hago le hará sentirse más relajado/ tranquilo/ calmo, etc.”, es suficiente. También es importante soltar cualquier noción de que vamos a “salvar” al paciente de las garras de los médicos o algo por el estilo. No se trata de “los médicos o nosotros” sino de integrar lo que sabemos hacer, dentro de la estructura de los cuidados médicos. 

LOS PIES EN LA TIERRA 

El arraigo, el estar centrado, sale volando por la venta- na en una emergencia, o cuando estamos frente a una persona gritando de dolor. El trabajo que considero más importante, es focalizarme en estar centrado a pesar de lo que pueda estar pasando frente a mis ojos. Es lo que me permite mantener la calidad de mi contacto al tocar a la persona, entender qué es lo que debo hacer y ejecutarlo en plena conciencia de lo que hago segundo a segundo. Estar arraigado, instantáneamente calma a la persona que recibe el contacto. La forma que he encontrado más rápida y efectiva para hacerlo, es la de activar la rotación del primer chakra (chakra de la raíz), pero cualquier técnica que funcione es bienvenida, como centrarse en el Hara, etc. 

Lo más probable es que no se encuentren en la situación de acompañar a los pacientes institucionalmente, es decir contratados por el hospital (como estuve yo durante años en el hospital de la universidad de Columbia en Nueva York), aunque las posibilidades de que esto suceda se están abriendo poco a poco en Europa. Sin embargo, al acompañar a un familiar o a alguno de nuestros clientes que tenga que pasar por una cirugía, podemos decirle al paciente que negocie con su médico qué apoyo querría tener para su cirugía. En esa negociación, puede explicar que con el apoyo de su shiatsuka, el paciente se quedará más tranquilo, tendrá menos ansiedad, etc., ya que es una persona familiar, que es algo que hace habitualmente y que sabe que lo quiere cerca para su recuperación porque le hará bien. Dándole el estatus de“familiar cercano” temporalmente, es posible hacer muchísimo con un paciente. Si se tiene acceso, no hay contraindicaciones para trabajar con él, o ella, en cuidados intensivos o en sala de cuidados normales. Para entrar en cirugías, puede ser un poco más complicado, pero también lo he negociado en otros hospitales que el que trabajaba, simplemente porque el paciente convenció a su médico que era lo mejor para el proceso de recuperación. 

El Shiatsu es una magnífica herramienta para aliviar el dolor en segundos y devolver una sonrisa de alivio a quien lo recibe en los momentos difíciles en torno a una cirugía. 

Me ha dado grandísimas satisfacciones poder hacerlo en los hospitales, donde creo que mucho se nos necesita y tenemos tanto para dar. 

Texto: Diego Sanchez. Es, tal y como él mismo se define, un instructor de Shiatsu, certificado en Inglaterra y EEUU que se especializó en tratar pacientes en condiciones críticas de salud después de operaciones de corazón abierto.