VASOS MARAVILLOSOS: DESDE EL BIG BANG HASTA LA UNIDAD.

VASOS MARAVILLOSOS: DESDE EL BIG BANG HASTA LA UNIDAD.

Por FABIAN BASTIANELLI.- De su Blog

Siéntese, respire profundamente. Sienta el aire que entra en sus fosas nasales e hincha sus pulmones. Expire.

Sienta su cuerpo. Deje que se detenga sobre cada expiración.

Imagine.

Una célula confinada en el fondo del útero. Un cóctel de hormonas que se agitan, que la agitan, que la trituran, que la condensan.

Una explosión de los sentidos, una danza, un leve movimiento, una fusión entre dos polaridades, masculino y femenino, yin y yang. Una explosión de luz, el encuentro de dos semillas en el mismo espacio cerrado.

Dos patrimonios genéticos que deciden colaborar, compartir para crear una de las cosas más increíbles del universo: un ser viviente.

Usted conoce bien esta historia, seguro.

Pero no le recuerda otra cosa?

La creación de nuestro universo con un Big Bang original y toda la organización que de ello se deriva.

También, desde la filosofía china, el origen del Tao.

“Al comienzo reinaba el caos que contiene todo, pero donde todavía nada está organizado. Nace entonces la unidad suprema, que marca el comienzo de la transformación de las formas. Esta materia primordial en estado gaseoso se va a dividir. La parte pura, más ligera, formará el cielo; la parte pesada y más espesa, la tierra. Las emanaciones del cielo proporcionarán el principio yang; las emanaciones de la tierra, el principio yin. En el medio de estos dos principios, el ser humano.”

Traslademos.

Asociamos la unidad suprema al óvulo, dispuesto a recibir. Llega entonces el espermatozoide que cambia el equilibrio y engendra un movimiento.

El 1 deviene 2, el yin y el yang se descubren. El eje se ha ofrecido. Alrededor del cual todo se organiza. El movimiento hace aparecer la primera división celular: una célula deviene en 2, el 2 deviene en 4. El eje está allí, el delantero y el trasero, la izquierda y la derecha se miran.

4 deviene en 8, el alto y el bajo. Enseguida, la efervescencia de la vida va a continuar y poco a poco las especificaciones celulares del ser en desarrollo se manifiestan: mesodermo, endodermo y ectodermo, los órganos, el esqueleto, los tejidos, etc.

Volvemos al 8. Una estructura esférica que se asemeja a una mora: es el estado de la mórula.

En este estado, las células divididas permanecen idénticas en su función y en su herencia. La diferenciación va a comenzar.

Esta mora, esta esfera, contiene ya los ocho movimientos: alto-bajo, delante-detrás, izquierda-derecha, interior-exterior. Estos son de hecho los 8 movimientos de los que hablamos, estos movimientos que estructuran una organización celular en el espacio.

8 movimientos que son los 8 Vasos Maravillosos.

Todo se comunica.

En este proyecto de construcción de un ser viviente, las células deben necesariamente comunicarse. Ellas se sincronizan, evolucionan juntas. Mientras que esas células estén juntas, próximas las unas a las otras, esta comunicación puede hacerse a través de los puntos de contacto de las membranas. Con un número de células reducido, el sistema de comunicación sigue siendo simple, pero a medida que este número aumenta, el sistema de comunicación se vuelve cada vez más complejo en función del número de células presente en un mismo organismo.

Puedo, en este momento, tomar el ejemplo de un pueblo. Imagina algunas casas que se construyen sobre un campo. Siempre que los jardines se toquen, siempre que los vecinos puedan hablarse entre ellos fácilmente, un sendero de comunicación es suficiente. A medida que el número de casas aumenta, las rutas serán construidas, del pueblo nacerá la ciudad y después la capital con sus avenidas, sus paseos, sus barrios periféricos.

En todo desarrollo, el sistema de comunicación se complejizará a fin de hacer que todos los intercambios sean garantizados. Es también la función de los vasos sanguíneos.

El verano pasado, conversé con un cirujano y un osteópata de nuestras prácticas. Uno y otro, a su manera, consideraban las fascias como caminos de acceso y de acción sobre el conjunto del cuerpo.

El cirujano compartió conmigo su conocimiento del universo más allá de la piel. Sus explicaciones de cómo él planeaba una operación me dejaron una fuerte impresión. Él me explicó con detalle cómo planeaba sus operaciones gracias a las fascias. Cómo podía perder su camino si cruzaba o seguía las fascias equivocadas con su endoscopio. Él consideraba estas fascias como autopistas que le permitían ir allí donde debía intervenir.

El osteópata se maravillaba de la acción retráctil de estos tejidos, la consecuencia lejana de una contracción que una fascia tendrá sobre una estructura. Un hígado tenso crea tensión en un área específica de la espalda. Una distorsión vertebral influye sobre ciertas funciones orgánicas. Todo ésto podría tener también consecuencias psicológicas y emocionales.

Yo me quedé pensativo…

Uno y otro me explicaban cómo las fascias conectaban cada parte del cuerpo de arriba a abajo, de izquierda a derecha, de delante a atrás y del interior al exterior.

Exactamente dentro del espíritu de los 8 Vasos Maravillosos.

¿Y el Shiatsu en todo ésto?

He estudiado los Vasos Maravillosos desde hace 16 años. Al principio, yo no comprendía nada sobre cómo y porqué ésto se articulaba con los meridianos (este punto será el objetivo de otro artículo).

Entonces, como en la práctica japonesa, primero he practicado, me aplicaba en experimentar, sin comprender. He hecho mis pruebas como se diría tocando un instrumento musical. Poco a poco, las sensaciones llegaron y me han hecho percibir los desequilibrios y la manera de restituir el movimiento.

Hoy, hace 4 años que yo los enseño. Al inicio, de manera bastante tradicional, respetando los escritos. Ahora, compartiendo mucho más de mi experiencia y mi comprensión. En este campo, la comprensión mental pierde su lugar. Los teóricos se aferran a las funciones patológicas y a las imágenes, pero los Vasos Maravillosos son mucho más… Ellos devuelven su movimiento a la energía del Cielo Anterior, lo innato, invitando a cada célula del organismo a comunicarse. El toque se hace dulce, delicado, sutil. Ya no hay necesidad de ir en profundidad. La profundidad se hace sin nosotros.

El movimiento es la vida, y es al movimiento al que nosotros invitamos adentro del cuerpo, el que conecta a cada una de nuestras células, el que vincula todo nuestro ser en el desarrollo, el que nos permite adaptarnos.

Ése es el papel de los Vasos Maravillosos: adaptarse a nuestro espacio y ofrecer una libertad de acción, entonces también de coordinación y colaboración entre nuestras células.

Los bloqueos pueden estar presentes en el cuerpo pero, igual que no se puede detener un río que circula, tampoco se puede parar la marea de la vida, aquélla que nos permite realizarnos.

Los bloqueos serán tratados a través de los 12 meridianos, o con otras prácticas.

Continuará…

Fabian Bastianelli forma parte del proyecto Odo Shiatsu.

Traducido del francés por Sacramento Granados Frías.